domingo, 5 de abril de 2009

Extracto del Hyperion de Holderlin



HIPERION A BELARMINO

No tengo nada de lo que pueda decir: esto es mio.

Lejos y muertos estan mis seres queridos, y ya no hay voz alguna que me hable de ellos.

Mi negocio aquí en la tierra ha terminado. Emprendi la tarea pleno de voluntad, me desangre en ella, y no he enriquecido el mundo en un solo centimo.

Desconocido y solitario vuelvo a mi patria y vago por ella como por un vasto cementerio, donde tal vez me espere el cuchillo del cazador, a quien nosotros los griegos somos tan del agrado como la caza del bosque.

¡Pero tu brillas todavia, sol del cielo! ¡Tu verdeas aun, sagrada tierra! Todavia van los rios a dar en la mar y los arboles umbrosos susurran al mediodia. El placentero canto de la primavera acuna mis mortales pensamientos. La plenitud del mundo infinitamente vivo nutre y sacia con embriaguez mi indigente ser.

¡Feliz naturaleza! No se lo que me pasa cuando alzo los ojos ante tu belleza, pero en las lagrimas que lloro ante ti, la bienamada de las bienamadas, hay toda la alegria del cielo.

Todo mi ser calla y escucha cuando las dulces ondas del aire juegan en torno de mi pecho. Perdido en el inmenso azul, levanto a menudo los ojos al Eter y los inclino hacia el sagrado mar, y es como si un espiritu familiar me habriera los brazos, como si me disolviera el dolor de la soledad en la vida de la divinidad.

Ser uno con todo, esa es la vida de la divinidad, ese es el cielo del hombre.

Ser uno con todo lo viviente, volver, en un feliz olvido de si mismo, al todo de la naturaleza, esa es la cima de los pensamientos y alegrias, esta es la sagrada cumbre de la montaña, el lugar del reposo eterno donde el mediodia pierde su calor sofocante y el rueno su voz, y el hirviente mar se asemeja a los trigales ondulantes.

¡Ser uno con todo lo viviente! Con esta consigna, la virtud abandona su airada armadura y el espiritu de hombre su cetro, y todos los pensamientos desaparecen ante la imagen del mundo eternamente uno, como las reglas del artista esforzado ante su Urania, y el ferreo destino abdica de su soberania, y la muerte desaparece de la alianza de los seres, y lo imposible de la separacion y la juventud eterna dan felicidad y embellecen al mundo.

A menudo alcanzo esa cumbre, Belarmino. Pero un momento de reflexion basta para despeñarme de ella. Medito, y me encuentro como estaba antes, solo, con todos los dolores propios de la condicion mortal, y el asilo de mi corazon, el mundo eternamente uno, desaparece; la naturaleza se cruza de brazos, y no la comprendo.

¡Ojala no hubierna ido nunca a vuestras escuelas! La ciencia, a la que persegui a traves de las sombras, de la que esperaba, con la insensated de la juventud, la confirmacion de mis alegrias mas puras, es la que me ha estropeado todo.

En vuestras escuelas es donde me volvi tan razonable, donde aprendi a diferenciarme de manera fundamental de lo que me rodea; ahora estoy aislado entre la hermosura del mundo, he sido asi expulsado del jardin de la naturaleza, donde recia y florecia, y me agosto al sol de mediodia.

¡Oh, si El hombre es un dios cuando sueña y un mendigo cuando reflexiona, y cuando el entusiasmo desaparece, ahí se queda, como un hijo prodigo a quien el padre echo de casa, contemplado los miserables centimos con que la compasion alivio su camino.

DEDICADO A LOS PEREGRINOS DEL ANSIA DEL RETORNO.

1 comentario:

Sociedad Essoterica Copiapó dijo...

muy buen aporte cam, gente como usted hace falta